Por: Jaime del Valle
En los años 70 la NBA tenia severos problemas financieros, en un país donde reinaba el Beisbol y el fútbol americano sonaba difícil introducir a un nuevo deporte, pero no fue hasta la rivalidad Magic Jhonson de los Lakers – Larry Bird de los Celtics que la gente comenzó a ver basquetbol y con ello los tenis de los jugadores.
Digamos que hasta ahí la liga sobrevivia y comenzaba a ser negocio, pero no fue sino hasta la llegada de Jordan que el Basketball explotó por suerte para todos nosotros. En esos años reinaba Converse; los usaba Magic Jhonson, Larry Bird y todas las ligas internacionales vestían con sus tenis blancos. Pero también existía un estigma: si una persona de color vendía tenis, las personas blancas no los comprarían, motivo por el cual Converse dudó contratar a Michael Jordan para su marca y solo ofrece a Jordan un contrato de 150 mil dólares y los pares que Jordan quisiera por modelar sus diseños.
Era el momento de decidir, y en septiembre del 84 el dueño de Nike Phil Knight quería ganarle el mandado a Converse y Reebok, decidió ofrecer a Jordán, novato de Carolina del Norte y promesa del Basketball un contrato de 1 millón de dólares y el 6 % de las ventas para el jugador, con el primer contrato ganó 8 millones de dólares solo por regalías y así fue como Nike le gano la mejor oportunidad de su vida a Converse.
Hace unos días Jordan y Converse lanzaron “Alumni” Pack un homenaje al primer par que Jordan hizo famoso, unos Converse blancos con la estrella azul cielo combinando con los colores de Los Tar Heels de North Carolina, el pack contiene la réplica del diseño con el que Jordan Fue campeón en 1982 y un par de Jordan 2 que uso en que uso en 1986 en el Carolina Pro Alumni Game.
El punto es que después de investigar nos damos cuenta que gracias a Jordan existe una liga de basketball exitosa y un mercado de tenis sólido, Converse tuvo la gloria y la dejó ir, ahora solo quedan recuerdos.