La gran oferta de un producto hace que las marcas tomen medidas desesperadas, como es el caso de Balenciaga con su más popular modelo de sneakers.
Esta semana la gran noticia que ha causado controversia en todos los medios es la decisión que Balenziaga cambió el origen de la producción del Triple S de Italia a China. Haciendo una pequeña retrospectiva sobre el Balenciaga Triple S, es uno de los modelos que de alguna forma puso en tendencia los “chunky sneakers”, un diseño robusto y que de una u otra forma, logró imponerse como una de las siluetas más populares.
Sin embargo, el diseño no es lo único que caracteriza este modelo, sino su fabricación, la cual estaba en Italia (como todos los calzados de la marca) y ahora en China. Un hecho, que ha hecho que muchos han cuestionado, ya que la calidad del calzado ahora es muy similar al de las réplicas.
Además de que la calidad muestra una importante disminución, lo que más enoja a muchos sneakerheads es que el precio se mantiene enteramente igual a los fabricados en Italia.
Este tipo de movimientos, denotan una decisión clave en satisfacer la demanda, pero también en la gran popularidad que nos sneakers han tomado en el mundo del fast-fashion y las consecuencias que esto podría traer para la exclusividad que gozaba la escena hace algunos años.