Por JPG
Existen siluetas icónicas dentro de los zapatos deportivos, el uso del término nos remite por excelencia a múltiples opciones y marcas, la lista sería interminable. Así mismo existen zapatos que no triunfaron lo suficiente para convertirse en un ícono de masas, pero su destino fue diferente, se convirtieron en piezas de culto para personas que se encuentran inmersas dentro del juego.
Hoy hablaremos un poco de un par que goza de ese status. Si viviste en los dias donde patinar no era mas que una actividad nada bien vista, recordaras que conseguir artículos de skate era un odisea. Pocas tiendas, productos caros y un surtido bastante limitado eran los obstáculos de aquellos días, sin embargo existía una escena fuerte, empresarios temerarios que hacían demos y parques por puro gusto y que trataban de empujar una escena que aún no sabía si quería salir a flote.
Mediados de los 80s, la Bones Brigade a todo lo que daba, Jasson Jessse ganaba todo lo que se podía ganar en un año; un patinaje agresivo, fuerte, callejero. Algunas siluetas y marcas como Vision Street Wear inundaban el mercado con siluetas innovadoras. Es así como Vans decide crear un nuevo zapato diseñado para los patinadores de esos días. Utilizando su ya famoso Sk8 Hi como base, se genera un zapato con una protección lateral pensando en el desgaste de la lija al marcar trucos de piso. Con una suela tradicional de waffle y goma, pero con un poco más de altura, protección en la punta, reforzado en los tobillos y con un etiquetado enorme, nada discreto, puesto que para Vans eran un orgullo.
Tonos en gamuza, agujetas planas y un nombre digno de forjar leyenda, así el Native American vio la luz.El resto es historia, aunque un poco curiosa, ya que esta silueta fue del gusto de ese sector agresivo y poco comercial de patinadores, no fue la silueta que posicionaría a Vans de regreso en el éxito de los 70s. Podemos analizar con cuidado los videos de la época y un sector en específico usa el Native American. Yo lo he visto en Matt Hensley, en Ray Barbee y en Lord Salva, por citar algunos nombres; sin duda un perfil peculiar de patinadores.
Como es lógico, la escena evolucionó y un buen día la silueta desapareció para dar paso al futuro.
Esporádicamente algunas compañías realizaban colaboraciones con Vans y sugerían traer el Native American de vuelta a la vida, ya sea en un par Syndicate o en tiendas exclusivas como Supreme, el Native American volvió a las calles de manera limitada por un momento.
No es secreto que era el par favorito de Paul Walker, y lo calzó en su última cinta; tampoco que Anthony Van Engelen lo utilizó para re-diseñarlo y calzarlo del diario ahora bajo su firma, ni que en países como Londres es prácticamente imposible de comprar y que en la tienda local «The other side of the pillow» se venden por precios exorbitantes.
En nuestro país no era extraño verlo en el DIF, en San Agustín, o en algunos trabajadores de la extinta BallSkate.
Si tienes la oportunidad de ver uno, disfrútalo. Y mejor aún si puedes adquirirlo se discreto, muchos pueden reseñar los pares que idolatran las masas, pelear por ellos, pero realmente pocos pueden darse el lujo de patinar el par más thrasher de una generación.
Ahora que lo sabes comienza a buscar, ¡buena caza!
