Uno de los hechos que más ocurren en el mundo del footwear son los famosos rip-offs, algo que en español traduciremos como «copiarle a» otras marcas. Ejemplos tenemos muchos pero hablaremos de los más recientes: el famoso caso de Skechers copiándole descaradamente a adidas la silueta Stan Smith; sin un gramo de vergüenza, la misma compañía decide copiarle a Nike 8 de sus siluetas, entre ellas el Nike Flyknit; y también de manera reciente Havik Footwear ha decidido copiar y producir varias de las siluetas que Kanye West ha lanzado con adidas Originals en 2015.
Oh sí, podríamos seguir con una lista interminable de nombres de marcas que sin querer, han terminado copiando las grandes ideas para «hacerlas propias». El caso al que nos referimos en este momento es la recién y descarada entrega de Louis Vuitton llamada «Fastlane», la cual es nada más ni nada menos que una copia del Nike Roshe One. Recordemos que el Nike Roshe One es una de las siluetas más emblemáticas que la marca del swoosh ha creado en épocas recientes, su sencillez y esencia minimalista han puesto a este calzado como uno de los básicos más recurrentes de la década actual.
Al ver ambos sneakers, descubrirás que no le fue muy difícil a LV «inspirarse» en la malla que presenta el toe-box, la suela, el heel tab y los paneles laterales para tener su propia versión llamada «Fastlane», sólo que estos tienen el print Damier, patrón característico de la marca de lujo que aparece en prendas y accesorios producidos por esta.
Ahora, una de las ventajas que tiene el Nike Roshe One sobre el «Fastlane» de Louis Vuitton, es que es accesible al bolsillo, ya que un par de los primeros cuesta en promedio aproximadamente entre $70 y $80 dólares, mientras que el par de lujo producido por LV cuesta al rededor de $785 dólares (unos $13,563 pesos).
Si tuvieras que elegir entre uno, ¿cual sería y por qué? No queremos dar por hecho nada, pues sabemos que no existen respuestas obvias, aunque quizá en este caso podríamos hacer una excepción.
