Vivimos en una era en la que el culto a lo material es adoptado por los habitantes de las principales ciudades del mundo como algo interesante, cotidiano y emocionante. ¿Por qué no rendirle culto a un sneaker? ¿Por qué no llevar nuestro fanatismo al extremo? La humanidad llegó a una etapa en la que para entrar a una fiesta no es necesario portar un par de zapatos caros o un traje de etiqueta, lo único que tienes que hacer es usar una pulsera para ingresar y llevar puestos los tenis del evento.
Vivimos un momento histórico en el que olvidamos fechas importantes: cumpleaños, aniversarios, entregas escolares o de trabajo, pago de servicios, citas, etc. ¿Por qué recordar la fecha de cuándo se creó una zapatilla deportiva? Dicen que lo que usamos nos da identidad, especialmente lo que traemos puesto en los pies, ya que en un país como México, un buen calzado es sinónimo de un excelente trato.
¿Cuántas fotos tienes con tu familia?, ¿cuántas con tus amigos?, ¿cuántas con tu pareja? Entonces, si no tienes muchas, ¿por qué tomarle fotos a eso que usas en los pies? ¿Por qué capturar una imagen de esas deportivas como si se tratara de una obra de arte? ¿Por qué llenar las redes sociales con hashtags e imágenes que remiten a modelos de calzado específicos?
La respuesta es infinita: tecnología, diseño, construcción, innovación, inspiración, metas económicas, superación personal, trascender en los libros de historia dentro de la cultura popular contemporánea. Pocas cosas definen bien al mundo, a los seres humanos, a las generaciones. No necesitas ser muy listo para darte cuenta que lo que mueve al mundo es el deseo por las cosas materiales.
Somos seres humanos, tenemos necesidades de satisfacer nuestros placeres, nuestro placer se llama Nike Air Max.
¿Por qué no llenarnos de placer por una noche con ese objeto al que le hemos dedicado tiempo, dinero y esfuerzo?