A través del Flyleather, Nike crea un material durable, sustentable y que ofrece aún más beneficios que la piel.
La piel ha estado presente desde hace varias eras en el mundo de la moda gracias a que aporta comodidad y durabilidad, aún así Nike logró aportarle un beneficio más a este material.
Algunos de los grandes beneficios que aporta la piel al aplicarla al diseño de algún calzado es estilo, naturalidad en el diseño, durabilidad y resistencia ante los embates del tiempo, así como flexibilidad, dos cualidades que cualquier sneakerhead busca encontrar en cualquier silueta.
En respuesta a éstas necesidades y en las propiedades que ofrece la piel, Nike crea FlyLeather, un material inspirado en el Flyknit que conocimos por primera vez en el 2012. Haciendo un pequeño resumen sobre algunos de las muchas virtudes que aportó al sneakergame, el Flyknit ofrece a cualquier calzado al que se aplique: ligereza, adaptabilidad, sustentabilidad e incluso facilita el desenvolvimiento en cualquier actividad.
Si sumamos entonces, los beneficios del Flyknit con los que ofrece la piel, tenemos como resultado un material innovador, una cualidad que va más allá del resultado final, ya que en su proceso también se encuentran algunos aspectos que aumentarán su sustentabilidad, ya que utiliza 90% menos agua y su huella de carbón es 80% menos que en un proceso de fabricación tradicional.
¿Qué beneficios aporta esto para los sneakerheads?
De primera instancia estamos frente a una innovación que puede ir más allá del calzado deportivo, ya que cada par al que se le aplique el Flyleather estará hecho con mayor calidad de la que ya nos tiene acostumbrados Nike y Jordan Brand. Por otro lado, el costo de los pares no aumentará, ya que dentro de sus objetivos está que al usar materiales reciclados (ya que el Flyleather está construido en un 50% con piel reciclada) los snekaers de Nike disminuyan.
Los primeros pares en los que podremos ver este material sería un Classic, un Jordan 1, un AF1, Air Max 90 y un Cortez, los cuales serán presentados en la Semana del Clima en Nueva York este 2017.