Por Fernanda Franco
Corre el año de 2015 y por el momento, al menos más del 50% de los asistentes de los Fashion Weeks más importantes hasta ahora, optan por el uso de sneakers como parte de su outfit. Por supuesto, el tipo de modelos que se presentan en estos lugares, van desde los típicos Converse negros hasta modelos como el Boot de Nike con Ricardo Tiscci o un simple par de Air Force 1 (como los que Veronika Heilbrunner editora de estilo de Harper’s Bazar Alemania uso en las semana de la moda durante todo el 2014).
Muchos sneakerheads apelan que este hecho ha influenciado el mercado de dos formas: la primera, que marcas de alto lujo cuyos procesos de producción son de excelente calidad, opten por la creación de pares que a la larga, poseen un diseño único que los hace un gran par y no sólo, un accesorio más. Por el otro lado, los sneakerheads que se identifican como fanáticos de lo clásico, apelan al hecho de que al ser la industria de la moda un lugar donde la creatividad está en constante flujo y que a veces, busca más que proponer, llamar la atención, se crean pares que están lejos de ser un sneaker y se vuelven más un complemento del estilo.
Ejemplos de estos escenarios, son amplios y muy diversos. Por un lado tenemos creaciones únicas como las de Maison Martin Margiela, pares que hacen honor a la marca y se complementan de materiales de muy alta calidad así como de diseños; y por otro lado y representando a un escenario para muchos fatídico, tenemos pares como los creados por Jeremy Scott desde su llegada a adidas.
Aquí tocamos el punto vital de lo que representa el que la moda se involucre con la industria del calzado específico de sneakers. Al ser una industria que en muchos de sus ámbitos apela por calidad, produce calzado con materiales hechos para el lujo. Pero por otro lado y colocando nuestra visión en un escenario común y corriente, también hace que las marcas ya posisionadas como creadoras de calzado deportivo, busquen constantemente ir con la moda y no proponer dentro de ella.
Así es como de repente, vemos siluetas estrafalarias hechas en varias clases para que sean consumidas por un gran mercado y en todas sus variantes. No está mal que la gente consuma sneakers, sino la consciencia de consumo que se tiene al adquirirlos. Esto, se podría decir, es el verdadero defecto de que la industria de la moda, se una con la industria del calzado. En el afán de producir, se pierde calidad, diseño y hasta propuesta.
Un ejemplo muy claro y que podemos ver con sólo tomar un par, es la suela. Al ver por ejemplo, unos Flyknit Airmax, vemos lo que cualquier sneakerhead que lleva años coleccionando quiere: una propuesta de fabricación al estar hecho con un sólo hilo, una suela que con una tecnología que apela por la comodidad del corredor evoluciona con sus necesidades y por supuesto, un diseño que puede no gustar a todos pero que si, puede ir con cualquier estilo. Es un gran par que tiene una gran función y que incluso, es producido en masa pero, no es fácil de reproducir. Por otro lado, tenemos otro par común de Vans (u otras marcas) cuya silueta, es fácil de reproducir y su diseño va con las tendencias. Pero al final, después de mucho tiempo de uso, las capas de la suela no soportan el peso del usuario y se desplazan de su lugar, deformando la parte más importante de un par.
Hacemos referencia a este elemento porque en los noventas, era lo que hacia a un sneaker un ícono. En ese entonces surgió la diferenciación de pares por medio de su suela, que estaba hecha con una función específica y se distinguía por un diseño único. Incluso podemos recordar que en esa época, fue cuando surgieron los pares más importantes para la cultura del sneakerhead.
La solución ante esta dinámica es cambiar nuestra actitud de consumismo y no comprar un par sólo porque si, sino visualizar bien el panorama que involucra el release del mismo. En nosotros y nuestro consumo, está el factor determinante para que las marcas mejoren su calidad (incluso las involucradas con la industria moda) y que así, muchas de ellas dejen de hacer sólo un calzado, para volver a crear iconos.
