El 2018 fue un año lleno de locuras para el sneakergame y parece ser que esto continúa a finales de año. Un híbrido de las siluetas Yeezy 500 y Triple S de Balenciaga hecho por Jeffrey Campbell se hace presente.
El sneakergame es un juego de supervivencia; si la creación es buena y alcanza las expectativas del público, sobrevive. Es por eso que los diseñadores y marcas buscan competir cada vez más y apuestan por crear un calzado único en cuanto a diseño, aunque muchas veces el resultado puede ser desastroso.
Siendo siluetas tan diferentes y con estéticas completamente opuestas en cuanto a colorways y ejecución, este híbrido resulta en alto extraño, aunque no totalmente malo. La construcción consta de una unidad de suela tomada del Triple S, mientras que el reconocido upper del Yeezy 500 se mantiene intacto. El resultado es un dad-shoe que honestamente no está tan mal pero no es nada del otro mundo.